La diferencia entre ser pobre y pobre


pobreza - copiaDormir con todos en la misma habitación nunca fue un problema para ella. De hecho, le gustaba acunar su miedo en los ronquidos de papá cuando las hienas cortejaban la luna en las noches de verano. Tampoco le importaba levantarse antes que el día para moler el mijo. O tener que ir a buscar agua al riachuelo.  Llevar a cuestas a su hermanito raras veces supuso una carga para ella.  Pensándolo bien, tampoco le importaba cuando la gata que vivía en su estómago le arañaba con sus uñas afiladas y no la dejaba concentrarse en la escuela.

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Sin embargo, el día que su padre le anunció que la casaban. El día que su madre le explicó que la casaban con un hombre que le triplicaba la edad. El día que su hermana mayor le susurró al oído que la casaban con un hombre que le triplicaba la edad y que tenía otras tres mujeres. El día que los cuchicheos de los vecinos la zarandearon para decirle que la casaban con un hombre que le triplicaba la edad; con un hombre que tenía otras tres mujeres; con un hombre con sida. Ese mismo día, entendió lo que los mayores querían decir cuando hablaban de ser pobre, porque hasta el hambre se había comido las pocas fuerzas que le quedaban para poder llorar.

PD. Con esta historia no pretendo estigmatizar a las personas que tienen sida. Por desgracia, tener sida en un país del norte global y tenerlo en un país del sur global no tiene nada que ver. Por eso te pido, a ti lector, que leas mi  historia en contexto, para que nadie pierda la perspectiva… ni se sienta ofendido.

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