Los muertos de paso


Violencia y muerte méxico

No me acabo de acostumbrar, creí que sí, estaba seguro que sí. La muerte por momentos me parece tan natural, tan necesaria, tan consecuente.

Por Jorge Nieto – Opinión Canal Cultura

Muertos en mi vida hay muchos, los que anhelo, los que he visto morir, los que ya estaban muertos cuando llegué.

El presenciar el último suspiro de una persona puede que para muchos sea una experiencia traumatizante, para mí ha sido una experiencia y ya. Ver muertos por montones es una posibilidad latente en ciudades como Tijuana y aún más si eres rescatista, sicario, narcotraficante, bombero, policía o reportero.

Hace algún tiempo creí que me acostumbré a la muerte, que había logrado que no me afectara, lo cual pensé, es algo indispensable si es que quiero seguir dedicándome a este oficio. Qué engañado estaba.

Es fácil ver a la muerte cuando está muerta, lo que no proceso aún es convivir con los vivos, con esos que sufren por el que murió, eso, a la fecha me sigue impresionando. Me parece tan doloroso y tan egoísta en ambos sentidos. Por un lado el que se muere no sufre más, el que vive sufre por el dolor que le provoca el muerto, es decir sufre por sí mismo.

Hoy presencie el homenaje a un policía que puso el pecho para defender a toda una ciudad, sí, estoy hablando bien de un policía que no murió en un fuego cruzado contra narcotraficantes, que  no fue ejecutado por otros policías traidores ni por deudas en el mal negocio de la delincuencia. Murió porque una denuncia le indico que un tipo con arma blanca amenazaba. El arma blanca se tiño roja cuando le atravesó la femoral, la amenaza estaba consumada.

Hoy el sonido del llanto de los que se quedan, me puso a temblar, me puso reflexivo y no es que esté pensando que mi muerte esté próxima o que la esté buscando y aclaro esto para que nadie se alarme.

Así de pronto, me percaté de que en ese tema de la muerte existía en mí una idea con olor a sueño, un sueño con esencia de plan. En ese plan lo más importante era no hacerte sufrir, por tanto la bitácora o la carta de vuelo indicaba que tu murieras primero. De esa forma yo podría acompañarte en ese paso, en ese escalón, podría cumplir tus deseos, hacerte las ilusiones materia. Así tú no sufrirías, te morías y ya.

Si las cosas se daban diferente y moría yo primero, me iba a doler mucho (si es que los muertos tienen esa capacidad) verte sufrir, no me lo perdonaría, no quiero que pases por ese llanto salado que inunda el rostro y se abalanza sin miramientos sobre el alma hasta que la ahoga. Pero estoy seguro que saldrías con mi mano en la tuya aunque la mía tuviese forma de ceniza. Sabrías exactamente qué hacer con mi resto así como yo sabría qué hacer con el tuyo y es que nuestra conexión es, seria, fue… tan fuerte que lo que uno hiciera por el otro sería suficiente seria complaciente, sería justo, seria hermoso, seria amoroso.

Ahora, esa posibilidades se fue volando como el polvo de ceniza y no niego que eso dolió, que sigue doliendo, pero el día de hoy que vi el sufrimiento de esos vivos que despiden y lloran a su muerto, me sentí bien porque ya no te provocaré ese dolor. En tus ojos no existirán más esas lágrimas, en los míos tampoco, es más si la naturaleza sigue su lógica y mis padres mueren primero que yo, cuando me vaya, creo que mi muerte no hará sufrir (tanto) a nadie. Quien este conmigo tal vez le duela. Pero tratare de que no me ame tanto para que no experimente esa sensación de que te arrancan los riñones sin anestesia.

Hoy por primera vez dije qué bueno que ya no estamos juntos, qué bueno que ya no nos amamos, qué bueno que estamos lejos. Así, quien me acompañe en ese proceso nunca me amará tanto como en algún tiempo lo hiciste. Así, nadie te amara tanto ni sufrirá tanto por tu partida como yo lo hubiese hecho. Mi deseo es no provocarle ese dolor a nadie. Qué bueno que ya estoy imposibilitado de provocártelo. Si nos encontramos en el otro paso, espero que nos reconozcamos

Eres la destinataria de esas historias que me encuentro en el camino empolvado, de piedra o arcilla, de asfalto o de nubes.

¿Qué opinas de la muerte? Compártenos tus experiencias…

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