Por Álvaro León Coral – Canal Cultura
El Lugar conocido como Playablanca de la península de Barú, es un sector turístico reconocido internacionalmente por sus playas cristalinas y su arena de color blanco de textura arcillosa. El servicio turístico del lugar se encuentra dirigido por algunos habitantes de la zona que se dedican a preparar comidas, realizar masajes, fabricar y vender collares artesanales, y atender turistas en una forma de eco-hoteles improvisados para generar los ingresos que son el sustento de sus familias.
La administración pública de Cartagena asegura que a los habitantes del sector se les ha preparado por medio de cursos y talleres como parte de un gran proyecto al que serán integrados y que afirman servirá para mejorar la calidad de vida de estos y el servicio que prestan a los turistas; que aparecen desde todos los puntos del globo buscando un lugar moderadamente económico donde puedan disfrutar de este atractivo que la ciudad ofrece.
Sin embargo, la misma administración pública aparece ante los medios de comunicación nacional y acusa a los habitantes del sector de delitos como proxenetismo, tráfico de estupefacientes y un severo daño al medio ambiente; causado por maltratar al manglar, usando estas razones como justificación para un proceso de desalojo por haber tomado las playas y privatizarlas para su beneficio.
El temor de los isleños es ser desplazados de sus hogares y perderlo todo para que sus tierras restituidas al estado sean concedidas al sector turístico, el cual no despreciaría la oportunidad de ocupar la zona con la maquinaria hotelera debidamente constituida que convertiría a Playablanca en un sector lleno de edificios altos en tamaño y costo como lo que aconteció en Bocagrande, Blas El Teso y La Boquilla.
El proceso de gentrificación [1] está avanzado en Cartagena. Barrios como San Diego, Chambacú, Mercado de Bazurto, Santo Domingo, parte de Getsemaní han cambiado a unos nuevos dueños en un proceso global que margina y desplaza habitantes de zonas de alto interés, quienes de una u otra forma ceden su territorio a la presión económica.
La gente de la península de Barú por el momento resiste y se organiza al igual que lo han hecho los habitantes de algunas islas pertenecientes al archipiélago de las islas del rosario. Pero aún carecen de los medios y conocimientos para estar a la altura de los enemigos políticos que demuestran un firme interés en restituir las playas públicas desalojando a los nativos afrodecendientes; incluso por medio de la fuerza.
[1] Gentrificación es un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y con pauperismo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo, como consecuencia de programas de recalificación de espacios urbanos estratégicos. Según, museodelosdesplazados.com
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Igual pasa en Panama, la ciudad se creció y los pobres están en rodó el centro, estorvando.