
Cuando niñas, niños, jóvenes y artistas se deciden a dar color a una pared en blanco, el cosmos se confabulan para construir de la nada, universos de vida: sol, mar, islas, peces y animales mágicos.
Por Carlos Andrés Castro Macea
-«Quiero pintar me dijo una niña»
-«Claro, toma el color que quieras y el pincel: la pared es tuya». Respondí.

En el barrio Los Calamares (Cartagena-Colombia), temprano en la mañana fueron llegando los creadores, en sus sillas pequeñas y mesas de jardín infantil, se dispusieron a imaginar y plasmarlo en papel. En la tarde, se pasó del papel a la pared: pintura y pinceles en manos de todos. En esta historia, el sol, fue el origen de todas las cosas, y crecieron pulpos, aves, tritones, dragones, barcos, perros, peces, niños, leones, casas, coloreando más de cien metros de la pared en blanco, un lienzo perfecto. Y así se hizo el arte. Ese es el origen de la calle de los colores.
«Es el niño en el hombre la fuente de su originalidad y creatividad, y el patio de recreo es el medio óptimo para el desarrollo de sus capacidades y talentos» dice Eric Hoffer. En palabras del colectivo Pedro Romero Vive Aquí: «Actuamos convencidos de que el arte y la cultura son la herramientas más poderosas para transformar la realidad. Para que esos cambios -necesarios, urgentes- sigan sucediendo, todos debemos hacer nuestra parte. Ya sea crear, o criar, escribir, alimentar o sembrar. Despertar y comprometerse. Hay que desarmar al miedo y sus razones, para armarnos de más Amor, más voluntad, más solidaridad, más acción y más conciencia».
Pedro Romero Vive Aquí, trabaja por la apropiación y pertenencia del espacio público. «Promoviendo la cultura pacífica, la justica simbólica, la resistencia activa, la conciencia histórica y la participación ciudadana, a través del arte». Organiza el “Festival SALALACALLE”, arte en el espacio público, que se realiza siempre que se puede y con los pocos recursos que se tengan. Buscando «ejercer el derecho y la libertad de usar el espacio público con responsabilidad y bacanería. Intervenir, pensar, sensibilizar y cuestionar nuestra ciudad».
Gracias a esta iniciativa artística, esa calle del bario Los Calamares ahora le dicen: “La calle de los colores”, y los niños se sienten felices por el nuevo: “Mar de Los Calamares”, quizá recuperando un poco de lo perdido por la negligencia de nuestros gobernantes.
Canal Cultura apoya este tipo de iniciativas que buscan generar conciencia y nos invitan a pensarnos como ciudadanos activos en defensa de nuestros derechos. “Cambiar el mundo es como salir de casa y ver el arte en un lugar, que podría ser una simple pared”. Eso dicen los artistas. No estoy seguro que podamos cambiar el mundo, de lo que si estoy seguro es que cambiamos corazones y transformamos con el arte. Nos vemos en la calle.
Foto: Shir Camacho – Nelson Guitierrez
Con información de: PRVA
Twitter: @CANALCULTUR – Facebook: canal cultura – web: canalcultura.org
Me encanta este tipo de iniciativas. Aqui en Aman tambien ha habido alguna parecida. De hecho, tengo pendiente una visita al barrio donde se llevo a cabo…
Feliz 2013, Carlos!
Felicidades, los más sincero deseos par tí y los tuyos. 🙂 😀