Por Mariana Quiñones L.

Leyendo el post de Macly »LO QUE QUEREMOS NEGAR ES LO QUE SOMOS» , este es mi comentario:

Cartagena ha sido siempre la sala de la casa de Colombia, donde se reciben las grandes personalidades, esa ciudad hermosa para mostrar. Pero a los Cartageneros les ha faltado hacer respetar su casa, ponerla en orden y hacer que los visitantes las respeten, que la visiten de acuerdo a sus normas.

Los jovenes cartageneros tienen la palabra, y de paso, las acciones para hacer que la ciudad recobre su esencia, sus raíces y su gran valor cultural. Cartagena es mas que murallas y Baluartes, el gran valor de la ciudad esta en su gente sus raíces, sus costumbres las historias de sus habitantes que día a día hacen más grande a la Ciudad.

Siempre he escuchado que Cartagena de Indias son dos, la bella y bonita; y la pobre y real. Pero nada hacemos los de afuera, porque sólo venimos a visitar la parte turística y poco tiempo tenemos de visitar la otra Cartagena, además que jamás nos la han vendido y si visitamos algunos sitios que visitan tradicionalmente los mismos cartageneros donde se baila la música Champeta, esa música negra que se lleva en la sangre que se baila con «todo». Música Caribe que tal vez jamas tendremos la oportunidad de escuchar en otros sitios y que disfrutamos los visitantes, porque es una manera de conocer nuestras raíces, porque son nuestras, así no seamos de esta zona, las llevamos en nuestra sangre por ser esa mezcla de razas que terminamos siendo los Colombianos.

Esa Cartagena, no la de Murallas, si no la Cartagena mágica, donde cada cosa nos sorprende, donde tienes contacto con un pasado hermoso con todo ese bagaje cultural apasionante, ustedes mismos las han ocultado y no nos han dado la posibilidad de conocerlas; sólo por casualidad llega uno a algún sitio así (Sitios poco recomendados por ustedes), sólo por que no esta en la zona turística y va «gente del común».

Muéstrenle al turista que son una ciudad diferente, con historia y arquitectura envidiada en el mundo entero, pero con todas las raíces de esa raza guerrera luchadora, que lleva los tambores en su sangre, que lleva la música en su alma que tiene la cocina como parte de la cultura. Trabajen para cambiar la clase política que poco hace por la ciudad y pasen ustedes, la nueva sangre Cartagenera, que valora su pasado y lo enaltece, tomen las riendas de la ciudad, hagan que crezca para su gente,que sea un ciudad amable, pensada para el bienestar de sus habitantes. Esa ciudad donde su «gente»sea mostrada como su mayor tesoro, sin dejar de lado todo el potencial turístico e industrial, es necesario generar los recursos para rediseñar una ciudad para los cartageneros.

Están a tiempo, «Las grandes caminatas inician con un paso». Exijan, propongan, pero comiencen a hacer algo de una buena vez, para que no sigan diciendo «En Cartagena, nunca pasa nada».