¿Por qué todos los seres humanos pueden pensar en hacer cine?


  Por Ricardo León (1)

El cine otorga nuevas definiciones sobre la mente y las sensaciones. Aunque muchas veces no podemos describirlo con palabras, intuitivamente sabemos qué es lo que produce en nosotros, sin embargo, no tenemos plena conciencia de los medios o herramientas utilizados para llegar a ese punto. ¿Con qué se hace el cine? ¿Con el corazón?, ¿Con las entrañas?, ¿Con el cerebro? ¿Con el culo? ¿Son nuestros ojos, nuestras piernas, los huesos…? ¿O acaso es la cámara que en una especie de hechizo, actúa con vida propia? Si esto último fuese cierto tendríamos que tener un costoso aparato con la mejor tecnología, pero dicho instrumento actuaria caprichosamente y al fin y al cabo no sería nuestro, difícilmente retrataría algo con lo que nos pudiésemos identificar. Además ¿cómo y con qué se hicieron las primeras películas que quedaron inmortalizadas para la posterior historia del cine? Es evidente que los medios utilizados eran demasiado rudimentarios y sin embargo siguen siendo la base para nuevas creaciones que constantemente están retomando contenidos y formas. En esa medida la cámara no importa.

Es curioso que en algún momento se haya sentido la necesidad de retratar la realidad, como si esta por sí sola no bastara. Sucedió con la pintura, la fotografía y posteriormente con el cine. Es por eso que debemos entender a este arte no como el reflejo fiel de la realidad sino más bien como una interpretación de esta. Es darle un nuevo sentido y por lo tanto un nuevo significado.  Lo que marca un paso clave a la hora de hablar de un antes y un después  en la producción cinematográfica, es el volver una situación cotidiana en una acción llamativa y atrayente, sea cómica o dramática,  el hecho de ver unos obreros a la salida de una fábrica, llama a que esos mismos generen algo más que una imagen en movimiento, ya sea chocándose o botándose por una escalera unos a otros para generar una emoción en el que está viendo; y nace de la necesidad de ese “querer algo mas” para entretenimiento y va en conjunto con esa avidez de nuestra imaginación; la creatividad que tenemos cada uno de los que se emociona.

Entonces no hay razón del por qué no ponerlo como una de las cosas que se tiene y que se puede realizar en la vida, como el tirarse de un paracaídas, ir por una carretera sin rumbo fijo o escalar una montaña. El cine es uno de los medios en donde la imaginación juega un papel primordial, donde el ser humano crea y modifica a la realidad y se abre a las anchas de toda una dimensión. La relación entre creador y espectador  de una historia llevada al cine es mucho más que un  protocolo de reunión con familiares o amigos para asistir a una sala; es la vivencia de hechos que ya pasaron en la vida de cualquier ser humano, es una relación un tanto romántica, e incluso voyerista de verse reflejado o querer ser  el que desarrolla la historia en sus diferentes roles; en psicología lo llaman recuerdo falso, un evento que no ocurrió o una distorsión de un evento que ocurrió y lo asumimos como propio al verlo plasmado en una pantalla. En esa medida el espectador no es pasivo, no recibe imágenes sin procesarlas o realizar un proceso de identificación  o incluso catártico. No, hay un dialogo permanente entre las imágenes en movimiento y el espectador, este recibe lo que ha sido creado y les otorga un nuevo sentido y este proceso constituye a su vez una creación.

New Moon Eclipsed - Rob Gonsalves

Esto nos llevaría a querer reinventar los procesos para realizar este arte.  Los humanos evolucionan y en general el universo va cambiando, el cine es un medio para agradecer y rendir un homenaje a esa realidad que está ahí a nuestra disposición dispuesta a ser registrada e interpretada. Todo lo que  fuimos y lo que somos es parte de una existencia que es conservada y a la que como a un archivo, recurrimos constantemente.

Lastimosamente en varios aspectos no hay muchas libertades para creer que cualquier ser humano tiene el cine en su cabeza por antonomasia,  como si se nos negara la clave para decir que por ser humanos consecuentes con acciones y emociones, podemos reproducir  esas mismas en cualquier  persona.  Claro, esto cambia según su desarrollo,  pero partimos de la idea de que sí se puede y que no es complicado; hasta la más pequeña falta o hecho o situación genera tristeza en algunos o desprecio en otros,  desilusión o desazón pero todo genera sensación. Además todo lo que fue y lo que será cine se ha reproducido casi cuadro a cuadro en la cabeza de alguien que ha tenido una idea.

Como ya mencioné, escribir historias para otros seres humanos no está en la orden de manejar un aparato con características complejas para plantear un buen plano,  independientemente de la sensación generada.  Cualquier máquina con los suficientes implementos lo hace. No es dejarle a un artefacto la labor, porque simplemente esta no imagina; quizá para el hombre sea más difícil adentrarse en el rol de un niño, donde con dos palos él crea un universo, una historia; Pero y ¿eso no es el cine?

Las imágenes que se nos muestran hacen sentir al ser humano identificado o comprometido con algo que acaba de pasar o que va pasar, de por qué no se desarrolla rápido o por qué se desarrolló tan rápido, situaciones así  crean  puntos de tensión y nos hacen  creer que somos parte de ese mundo que se nos presenta, pero que como en una especie de pacto secreto  asumimos desde el momento en que se pisa ese lugar para verlo. La desesperación humana sea positiva o negativa es el sustrato condicionante de todos los puntos de tensión en la construcción de una historia.

Una historia en la cabeza de un hombre  no es otra cosa que un montón de recuerdos, vivencias, sueños, etc. reunidos en la mente, en donde se reproducen constantemente. Entonces ¿por qué hacer que estos se conviertan en un guión o en un story board? Tal vez sea para que no se nos olvide, para darle un orden a la historia o tal vez para que los demás se puedan enterar antes de qué se trata el proyecto, pero realmente este no es el fin y resulta ser más un requisito formal, el guión sostiene una historia desde el inicio hasta su culminación, casi son las credenciales para que una historia se realice, pero si esta historia no se ve materializada, quedaría como un cumulo de ideas sin un efecto contundente, las imágenes en una pantalla, junto con los sonidos nos proporcionan una realidad que casi podemos tocar.

La contradicción es una buena herramienta cuando se escribe para cine, no lejana de una abstracción de una conversación entre varias personas, es un dialogo  que no mantiene un hilo conductor pero que a su vez atrae, ya sea por la inquietud por escuchar lo que tiene que decir o simplemente por buscar corregirlo. Nos mantiene alerta y por ende crea nuevos puntos de tensión en un guión, en ese bosquejo  diverso que dibuja y dibuja paisajes en la cabeza de quien lo lee, sin la obligación de tener un sentido univoco cada vez que se lee. Una buena opción nada despreciable para la idea principal que nos sigue insistiendo en que las variaciones más trascendentales parten del sentido común y cotidiano que se presenta en cualquier momento de lucidez, movimiento, pensamiento, seguimiento y búsqueda.

Cuando se plantea un dialogo con varias acciones inconscientemente se está apuntando  a la imaginación humana, las emociones y el primer dibujo que tiene en la cabeza cuando le plantean algo, una mesa, cualquier cosa, casi sería interesante y curioso analizar como punto de salida, el reunirse, entrar en relajación y comenzar a pensar en una imagen que viene de un sueño, hasta descubrir su significado y origen como si fuera otra persona la que nos está analizando; justamente como lo hace el creador de una historia, van de la mano y a la vez concreta la definición de porque hay una relación grande entre imaginación humana y un creador de una historia.

Written Worlds - Rob Gonsalves

La particularidad de un hecho normal y cotidiano es lo que hace que el espectador lo considere verosímil y se sienta atraído, llevando a cabo un constructo de la memoria colectiva, la cual se termina convirtiendo en la búsqueda más difícil para un cineasta en el momento de producir y realizar una película. Es eso que siempre recordamos en lo que vemos, algo que resulta determinante y que nos marca. Es eso que nos permite apagar el televisor o salir del cine con la certeza de que algo se ha transformado en nosotros.

El cine nos permite tener una conciencia diferente de lo qué es la realidad, nos induce a enfrentarnos con esas situaciones olvidadas, ignoradas o menospreciadas de nuestra existencia. Nos identificamos y entramos en un proceso de autoconocimiento ya que se nos presenta lo que somos, lo que queremos o lo que no queremos ser, lo que fuimos o lo que seremos. Creo que es claro que el cine lo llevamos todos por dentro, es increíble y a la vez maravilloso que este arte exista prácticamente desde que somos seres racionales, racionales pero a la vez con capacidad para crear e imaginar. Todo lo que soñamos, recordamos o deseamos se reproduce dentro de nosotros en una pantalla que parece no conocer límites y en dónde el espectador somos nosotros mismos. Sería aún más maravilloso que el público a esa nueva realidad, creciera.

Las imágenes se adhieren al alma o al cuerpo como huellas imborrables, hacen crear un recuerdo que es intocable para nuestra cabeza, es personal, ya la realidad ha sido tan modificada que algunos niños y adultos no se ven viviendo en este mundo, quizá para algunos sea mejor buscar ese escape, el secreto está en la emoción, el secreto está en la música, el secreto está en la credibilidad de la historia, el secreto esta en darse la oportunidad de hacer cine.

Este escrito que por alguna razón se me ocurrió es casi una invitación para salvar nuestra existencia; nada mejor que llegar a viejo diciendo que inventé una historia, que es palpable y que aquí esta; porque a veces es bueno tener la certeza de que no pasamos aquí solamente de visita.

Bogotá, Colombia.

(1) Realizador Audiovisual. Técnico Profesional en Dirección y Producción de Cine,  TV y Video. E-mail: vitto.ricardo@hotmaill.com

 

2 comentarios

  1. Excelente Artículo, me alegra que existan espacios como estos para que personas tan brillantes, deleiten a las demás personas con sus acertadas, ilustradas, inspiradoras y preciadas palabras.

  2. Es de admirar, que quienes decidieron dedicarse a hacer cine, a crear hisorias y lograr distintas sensaciones en los espectadores, ahora inviten a soñar y a creer que cada uno de nosotros es una oportunidad de crear nuevas aventuras y lo mejor que hasta podemos hacerlo por nuestra propia cuenta. I.L.D.!

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