John Bazemore – AP – Teagan Presley, estrella de porno estadounidense.

MERYT MONTIEL LUGO – CALI, COLPRENSA-EL PAÍS – EL UNIVERSAL

Dos neurocientíficos estadounidenses, Sai Gaddam y Ogi Ogas, investigaron las preferencias sexuales de la gente, analizando cientos de millones de búsquedas sobre sexo en la web, en todo el mundo.Los resultados de su estudio, “una mirada completa y exhaustiva de nuestra identidad sexual”, como asegura Ogas, los compilaron en el libro ‘A Billion Wicked Thoughts’, que en español se tradujo ‘Mil millones de pensamientos pícaros’.

¿Qué tan identificados se sienten algunos con varias de las conclusiones de esta investigación? ¿Qué comentarios les suscitan a dos reconocidas sexólogas colombianas estos planteamientos? ¿Qué tan ‘pícaro’ es usted al buscar sexo en Internet?

Robustas, más buscadas

Totalmente de acuerdo con esta conclusión se muestra el comerciante Carlos Meléndez*, de 58 años, asiduo cibernauta de páginas y videos con contenido sexual. “A mí las flacas no me llaman la atención ni en vivo ni en directo, ni en la red. Las trozuditas me producen más erotismo, más ganas de todo. Mueven las fibras de uno como hombre”.

Para la médica familiar, sexóloga y humanista Liliana Arias, hay razones evolutivas que explican este gusto. “Este tipo de aspecto físico se correlaciona con la idea que tiene el hombre de que una mujer físicamente corpulenta tiene capacidad, fuerza, le garantiza descendencia, allí se unen unas razones reproductivas que vienen con la evolución de las especies”.

Fascinación por miembros

Heterosexuales sienten fascinación por miembros de otros hombres.

Esta quizá es una de las conclusiones más controversiales. Mientras hombres como el empresario Meléndez aseguran que jamás se fijan en el pene de un congénere, otros, como Carlos, un transportador de 33 años, revela que sí lo hace, sobre todo “para compararlo con el mío, por simple competencia varonil”.

La psicóloga y sexóloga Chiquinquirá Blandón asegura que, de acuerdo con su experiencia en la consulta, no ve, por ejemplo, a hombres de 50 años interesados en ver el órgano sexual de otro, pues este tipo de comportamientos es más frecuente entre los adolescentes y adultos jóvenes.

Incluso, advierte, que usar la palabra fascinación en esta conclusión, es un tratamiento sesgado, pues tiene una connotación erótica y se está poniendo a los hombres heterosexuales al nivel de los hombres gay, que sí estarían interesados en ver los genitales de otros.

Sin embargo, Arias sostiene que, efectivamente, la comparación se da en la etapa de la adolescencia, pero esta conducta persiste de una manera no muy consciente a lo largo de la vida.

“Es esencialmente por el aspecto sociocultural, pues siempre se ha creado el mito de que si el pene es más grande la función sexual va a ser mejor y eso empodera al hombre”.

Asegura también que son muchos hombres de edad media, 50, 55 años, que al tornarse obesos ven cómo su pene parece acortarse y se preocupan por esto.

Y buscan en Internet si a otros, al igual que ellos, les pasa lo mismo. Pero no es que se acorte, es que al engordarse, la grasa cubre más sus genitales, explica la médica de familia.

Julie Jacobson – AP – Las estrellas de pornografía no son las más buscadas.

Porno amateur

Más porno amateur que profesional.

Carlos, el transportador, confirma esta conclusión. Él prefiere ver porno hecho por parejas comunes y corrientes, como lo son él y su esposa, que protagonizado por profesionales que fingen los orgasmos.

Comenta que él se siente más identificado y más cómodo viendo hombres con barriguita como él y no mirando rubios, súper atléticos y ‘rebien’ dotados o a esas monas americanas reflacas y siliconadas.

En eso coincide con Meléndez, quien agrega que, aunque los videos no tengan buena iluminación, son “excitantes porque no resultan tan explícitos y uno espera que se vea algo más, eso los hace atractivos”.

Para Arias, la explicación a este comportamiento “es simplemente que les da tranquilidad en su desempeño. Cuando ven que los otros no son malabaristas, que no hacen las posiciones de yoga o de gimnastas olímpicos, sino que tienen dificultad al ponerse de pie o de abrir más la pierna, se convencen de que ellos están bien. Todo esto tiene un elemento comparativo muy grande y el elemento de contrastar la realidad propia versus la realidad ficción que les da la Internet”.

Gusto gay

El estudio especifica que a los homosexuales les gusta ver porno entre heterosexuales

En desacuerdo con esta conclusión se muestran tanto hombres gay consultados por El País como las dos sexólogas.

Felipe Rodríguez, homosexual de 21 años, estudiante de licenciatura en Lenguas Modernas y Ciencias Políticas, asegura que nunca se sienta a ver un video íntimo entre heterosexuales porque “ni me gusta, ni me interesa, ni me excita”. Los gay no se excitan con figuras heterosexuales, sino homosexuales, afianza Blandón.

Entre dos hombres

Mujeres heterosexuales disfrutan ver romances entre dos hombres.

Esta aseveración no es del todo aceptada. Ana Salazar*, por ejemplo, es una joven que ha visto relaciones íntimas entre dos hombres, pero dice, no me llaman la atención, no me resulta emocionante. “Sí me parecen escenas naturales, pero no me llenan si estoy buscando algo para satisfacerme”.

La universitaria añade que le gustan este tipo de escenas cuando hay una historia romántica detrás, “no que lleguen de una a la penetración, sino que haya un pre, me gusta más las historias que el acto en sí”.

La médica y sexóloga Liliana Arias explica que la atracción de la mujer se desenlaza más frecuentemente a partir de un evento romántico, contrario al hombre, cuya atracción y excitación sexual se desencadena más fácilmente y en mayor frecuencia a partir de un hecho más pasional.

También se encuentra que tanto los hombres como las mujeres desencadenan su excitación sexual viendo escenas de dos mujeres teniendo manifestaciones románticas, eróticas o sexuales.

Pero hay casos en que si las mujeres ven escenas íntimas entre dos hombres, en las que no hay agresividad, sino romanticismo, calma, paciencia, eso las puede erotizar y esta es una conducta normal.

Datos claves

1. Los hombres heterosexuales prefieren buscar en Internet sitios dedicados a mujeres de edad avanzada y transexuales. Ellos disfrutan de una gran variedad erótica.

2. Los fetiches de los pies no son una desviación. A los hombres heterosexuales les llama mucho la atención las mujeres de pies pequeños (son una señal de fertilidad).

3. Los hombres gay y los hombres heterosexuales tienen cerebros idénticos y gustan de las mismas partes del cuerpo, en orden de preferencia: pechos, glúteos, pies.

4. Los hombres heterosexuales prefieren mujeres de complexión más pesada a mujeres delgadas.

5. Las mujeres heterosexuales disfrutan leer y ver romances entre dos hombres, especialmente cuando el enfoque de la historia es de tipo emocional.

6. Los hombres heterosexuales tienen una fascinación con los penes de los demás hombres.

7. Los hombres gay disfrutan en gran cantidad de mirar porno heterosexual.

8. Los hombres fantasean mucho más sobre el sexo grupal que las mujeres y colocan a más hombres que mujeres en la acción.

9. Uno de los ámbitos de mayor interés en la sexualidad es la dominación y la sumisión, siendo las mujeres heterosexuales y los hombres gay los que están más interesados en la sumisión.

10. Los hombres heterosexuales prefieren el porno amateur en línea, posiblemente porque se percibe como auténtico y, según los autores, esto tiene que ver con que un orgasmo fingido en línea es tan desilusionante como en la vida real.

MERYT MONTIEL LUGO – CALI, COLPRENSA-EL PAÍS – EL UNIVERSAL