Ruanda acogió con beneplácito el informe de Francia que concluye que el derribamiento de un avión que desató el genocidio de 1994 fue llevado a cabo por extremistas Hutu.
Informes previos habían culpado a rebeldes Tutsi dirigidos por el actual presidente del país, Paul Kagame, por el atentado.
El canciller ruandés dijo que el informe ponía fin a los intentos de culpar por el genocidio de Ruanda a las propias víctimas.
El avión, que transportaba a los presidentes de Ruanda y Burundi, fue alcanzado por un misil que, según el informe francés, fue disparado desde un cuartel en manos de los Hutus, a un kilómetro del aeropuerto de Kigali.